- No. Dijo, y se
sintió liberada.
Dedos en punta,
tomó impulso y dejó que la electricidad atravesara su cuerpo, dando vueltas en el medio del cuarto. Se detuvo sin marearse y respetando
la posición tantas veces indicada, se colocó de manera que el
talón del pie derecho tocara los dedos del pié izquierdo, arqueando
los brazos por encima de la cabeza en perfecto equilibrio.
- Sí. Dijo, y se
sintió liberada.
Quieta, con el
cuerpo en perfecta quinta posición expectante, el cuarto y el mundo
comenzaron a girar a su alrededor provocándole pequeños espasmos en
los dedos, los pies, las piernas, la cadera y la cintura. La sucesiva quietud le hizo sentir vértigo. Luego, alguien golpeó la puerta y terminó con todas esas certezas.
Arte Plástico:
Anita Fergunsoni
Textos:
Gabriela Ojeda
Fotografía: Braulio Suárez
Fotografía: Braulio Suárez
me siento honrada...agradezco a la vida estos momentos
ResponderEliminarAnita, te adivino en este Anónimo...
EliminarTe quiero mucho!
Precioso cuento, tiene la gracia de la bailarina, y muy delicado el dibujo que lo pinta, que bueno, las felicito. te dije que me partió la cabeza el nombre del blog?
ResponderEliminarGracias Dani :D
ResponderEliminarEs una frase tremenda, de NTVG "Parece euforia y tan solo es un grito de dolor. Solo te estás mintiéndo"
Tanto el sí como el no generaron lo mismo... son liberadores ambos. A qué pensamiento de su cabeza le estaría hablando? mmm el cuento genera muchas dudas! *no tengo q decir q ta buenaso nooooo... se sabeee
ResponderEliminarMuy lindo todo. Muy lindo encontrarse con artistas dandole corazón de mujer a mi patria lejana. Desde otras tierras un beso. Samantha Moreira.
ResponderEliminarBonito este también y más esperanzado que el anterior. Me gustaa.
ResponderEliminarVi la muestra en el inju, soy bailarina, no clásica, pero me llegó mucho. Es tal cual, los momentos en los que uno se dedica al trabajo, al ensayo, al contacto con uno mismo y el cuerpo, aunque la cabeza esté en un millon de lugares diferentes, el ser integro entiende de certezas en esos instantes. No importa nada, no hay si ni no. Las dudas y las certezas quedan del lado de afuera y para hacerse presentes tienen que venir a golpear la puerta. Muy lindo, les dejé también un saludito en el cuadernito de firmas. Sigan, sigan por favor.
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